Todos los días, después del recreo disfrutamos de nuestro momento de relajación.
¿Cómo lo hacemos? Bajamos persianas, apagamos luces, ponemos música relajante (Babies Go Queen, entre otras) y nos tumbamos en la alfombra.
Tan importante es el trabajo en el aula como los momentos de juego y de relajación. Desde edades tempranas, a través de la relajación se pueden prevenir y tratar algunos de los diversos trastornos que podemos encontrarnos en el aula.
También, permite a los/as niños/as afianzar conceptos sobre el conocimiento del propio cuerpo (partes del cuerpo, tono muscular, respiración, equilibrio...).
Nos aporta variedad de beneficios y una tranquilidad interior.
Favorece las relaciones socioafectivas.
¡Están deseando llegar del patio para disfrutar de su momento de relajación!
Sobre cada niño/a se debería poner un cartel que dijera: "Tratar con cuidado. Contiene sueños" (Mirko Badiale)
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